Las grasas generan cierta controversia, son necesarias para nuestro organismo, pero no todas son buenas. Existen grasas saludables y no saludables y hay que saber diferenciarlas. ¿Cómo? Fácil, sabiendo qué alimentos contienen las saludables. Así, hoy nos centramos en los beneficios de los ácidos grasos del aceite de oliva virgen extra y sus efectos positivos en nuestra salud.
Grasas saludables y no saludables: escoge bien
Muchos alimentos tienen altos niveles en grasas, pero no por ello deben ser eliminados de nuestras dietas. De hecho, aunque todas las grasas contienen muchas calorías y no son beneficiosas para nuestro corazón otras, en cambio, sí lo son.
Esto se debe a que existen grasas, como las que contiene el aceite de oliva virgen extra, que se consideran saludables para el corazón. ¿Por qué?
El principal tipo de grasa que se encuentra en todos los tipos de aceite de oliva son los ácidos grasos monoinsaturados.
Estos ácidos se consideran una grasa dietética saludable, de hecho, tanto dietistas, como expertos y científicos confirman los beneficios de estos ácidos para nuestra salud.
Esta obsesión con el aceite no viene de ahora, como sabemos bien, los antiguos romanos y griegos conocían todo el potencial del oro líquido procedente del fruto del olivo. Y es que el aceite era un alimento venerado en ambas culturas, tanto que se sólo se lo podían permitir las clases altas.
Tipos de ácidos grasos:
Al margen de los ácidos grasos monoinsutarados también existen los poliinsaturados y los saturados.
- 1. Ácidos grasos poliinsaturados: se encuentran de forma natural en alimentos como la carne de ternera, el atún o los frutos secos.
- 2. Ácidos grasos saturados: en su mayoría son grasas de origen animal y están asociadas con las proteínas. Alimentos como el queso, la manteca, o la carne grasa contienen gran cantidad de estos ácidos.
- 3. Ácidos grasos monoinsaturados: algunos alimentos que contienen estos ácidos son frutos secos, pescados como el salmón o el arenque y por supuesto, aceites vegetales como el aceite de oliva y de girasol.
Grasas trans: evítalas a toda costa
Finalmente, comentar la existencia de los ácidos o grasas trans. Estas grasas son ácidos insaturados que proceden de fuentes naturales o industriales.
Se suelen añadir a alimentos como las galletas, los pasteles y comida rápida, a congelados, croquetas, a aperitivos como las patatas fritas y a las margarinas y mantecas.
Las grasas trans producidas industrialmente se forman en un proceso que añade hidrógeno al aceite vegetal convirtiendo el líquido en un sólido.
También se conocen como grasas trans, AGT, o grasas trans-colesterol, precisamente porque elevan los niveles de colesterol. Son grasas muy malas para nuestra salud y deberíamos evitarlas a toda costa.
Para que nos hagamos una idea de sus efectos negativos: una ingesta elevada de grasas trans aumenta el riesgo de muerte por cualquier causa en un 34 por ciento.
Las muertes por enfermedad coronaria aumentan un 28 por ciento y las enfermedades coronarias hasta un 21 por ciento.
La razón es el efecto sobre los niveles de lípidos: las grasas trans aumentan los niveles de colesterol malo, mientras que disminuyen los niveles de colesterol bueno.
En definitiva, las grasas trans no tienen ningún beneficio conocido para la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y diferentes asociaciones como la del Asociación Española del Corazón junto a científicos advierten del consumo de este tipo de grasas.
Su sugerencia es que comamos menos de un 1 por ciento de calorías procedentes de alimentos que contengan estas grasas trans.
Para ello, es recomendable sustituir estos alimentos por grasas vegetales como el aceite de oliva o el de girasol. Una buena forma es cambiar la mantequilla o la manteca por aceite.
Y es que los efectos de los ácidos grasos varían entre sí, no es lo mismo comer trans que ácidos grasos como los que contiene el aceite de oliva.
¿Quieres saber por qué son tan buenos?
Beneficios de los ácidos grasos del aceite de oliva virgen extra
Antes de entrar en detalle de los puntos positivos del aceite de oliva, os recordamos la importancia de una dieta variada y de consumir alimentos frescos a diario como frutas y verduras, así como una vida activa.
Y es que de poco vale utilizar aceite de oliva sino llevamos una vida sana y saludable. Y ahora sí, comenzamos con las ventajas de los ácidos grasos del aceite de oliva.
Alrededor del 14 por ciento del aceite es grasa saturada, en cambio, el 11 por ciento es poliinsaturada, como los ácidos grasos omega-6 y omega-3.
El aceite de oliva es tan bueno para nuestra salud ya que su ácido graso predominante (hasta el 73 por ciento) es el ácido oleico, una grasa monoinsaturada mundialmente conocida por sus efectos positivos en la salud.
El ácido oleico ofrece varios beneficios para la salud, entre ellos se encuentran los siguientes:
- 1. Reduce los niveles de colesterol.
- 2. Ayuda a la disminución de la presión arterial y la inflamación.
- 3. Minimiza el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
- 3. Capacidad de mejorar el estado de ánimo y la cognición.
Nuestro cuerpo produce de forma natural omega-9, pero sigue siendo importante obtener ácido oleico de la dieta comiendo alimentos que lo contengan.
Aunque se asocia al aceite de oliva, el ácido oleico también se encuentra en otros alimentos como los frutos secos, los aguacates y algunas semillas.
No obstante, los niveles del ácido oleico en el aceite de oliva son de los más altos. Por si esto fuera poco, al margen del ácido oleico, la composición del aceite de oliva tiene otros beneficios.
Las grasas monoinsaturadas también son bastante resistentes al calor, lo que convierte al aceite de oliva virgen extra en una opción excelente y saludable para cocinar.
El aceite de oliva está compuesto por pequeñas cantidades de vitaminas E y K y potentes antioxidantes biológicamente activos que pueden reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas. Los principales efectos antiinflamatorios están mediados por los antioxidantes.
Finalmente, los efectos positivos sobre el peso corporal. Comer cantidades excesivas de grasa provoca un aumento de peso, curiosamente, esto no sucede así con el aceite de oliva.
Como todo el mundo sabe la dieta mediterránea es rica en aceite de oliva y tiene efectos favorables sobre el peso corporal y nuestra salud como lo corroboran numerosos estudios.
Antioxidantes, propiedades antiinflamatarias, previene de enfermedades degenerativas, ayuda con el colesterol y la diabetes, mejora la calidad de vida. Razones de sobra para incorporar más si cabe el aceite de oliva virgen extra en nuestra dieta.
Esperamos haberos aclarado cuáles son los beneficios de los ácidos grasos del aceite de oliva frente a otras grasas así como que os haya gustado este artículo.
Os invitamos la semana que viene con más recetas y artículos de un producto que nunca pasa de moda como es el aceite de oliva virgen extra.