Desde 1980
La de UNOLIVO es una historia de tradición, de cariño y respeto al olivar y al medio ambiente. Es el poso dejado por hombres y mujeres que han volcado en el campo su amor por el producto; la pasión para recuperar costumbres de antaño; el deseo de fabricar de manera artesanal un gran aceite de oliva virgen extra ecológico escuchando el susurro sabio de la naturaleza.
Los primeros pasos de UNOLIVO hay que buscarlos en los inicios del siglo pasado. En el año 1900 el bisabuelo Julio era un conocido corredor de aceite de oliva de Castillo de Locubín (en la Sierra Sur de Jaén). Compraba aceite a los productores de su entorno y lo vendía en el Puerto de Motril. Era conocido por su espíritu emprendedor, y durante años fue prosperando gracias a su tesón. Con el estallido de la Guerra Civil este visionario tuvo que abandonar el negocio y asumir otras ocupaciones.
Pero ese carácter luchador, esa pasión por el aceite de oliva y el respeto a lo que produce la tierra no desaparecieron, y volvieron a manifestarse hace ya 20 años, a través del nieto de aquel emprendedor, Julio Gallardo. Él fue quien rescató el espíritu de su predecesor, pero dando un paso más, puesto que se lanzó a la producción de aceite de oliva. El esfuerzo cosechó sus frutos, por eso surgió el coraje para el siguiente reto: afrontar el proyecto de una almazara propia, donde nacería UNOLIVO.
El legado continúa gracias a la cuarta generación, con Elisabeth Gallardo a la cabeza. El entusiasmo y el conocimiento de esta hornada de jóvenes se orientó en dos caminos: por un lado incidir en distintos aspectos del proceso de producción para elaborar unos zumos de aceituna de gran calidad (catalogados como vírgenes extras ecológicos); y en segundo lugar potenciar la comercialización y el conocimiento de las bondades de este producto, conquistando así paladares en todo el mundo (España, Alemania, China, Colombia, Chile, Irak, Francia, …).
La voz de la naturaleza
Sobraba ilusión y ganas de mejorar, y por eso en los últimos años se han escrito nuevos capítulos en esta inquietante historia. El objetivo de obtener el aceite de oliva de máxima calidad debía ir de la mano de un respeto solemne al campo, al entorno, a todo lo que supone esa gran fuente de riqueza natural en la que nacen los aceites de la familia.
UNOLIVO apostó por la agricultura ecológica, llegando a su máxima expresión, respetando al máximo el entorno y buscando el equilibro perfecto con todos los seres y elementos que forman parte de él.
Los aceites de UNOLIVO se elaboran mimando la tierra, escuchando a la luna, a las estrellas; vigilando los ciclos del día o las estaciones… Se trata de una técnica de cultivo que rescata costumbres ancestrales y que desde una dimensión espiritual buscan un equilibrio en armonía entre el hombre y la tierra.
Seguro que este es otro paso más en la historia del viejo Julio. Su familia seguirá añadiendo páginas a esta larga vida de pasión por el aceite de oliva virgen extra.
Quiénes somos
UNOLIVO se ha convertido en una marca de referencia al hablar de aceites de oliva virgen extra ecológico. hacemos un tipo de aceite en el que el rendimiento no es lo más importante y donde los matices del paisaje se covierten en protagonistas.
Estas son las empresas y personas responsables de que UNOLIVO sea una realidad.